martes, 6 de agosto de 2013

Suspirando entre emociones

¡Hola, amadísimo/a lector/a!
Aish...hoy voy a teclear un poco sobre los suspiros, sí, definitivamente ellos merecen gran atención y no muy a menudo se les brinda.
Según la Real Academia Española un suspiro es una "aspiración fuerte y prolongada seguida de una espiración, acompañada a veces de un gemido y  que suele denotar pena, ansia o deseo".
Pues bien, cada suspiro que escapa de nuestro cuerpo escapa de nuestro control; no los pensamos, no los planeamos y en muchas ocasiones se nos escapan sin darnos cuenta. Ni aspiración ni espiración...yo lo definiría como acompañante de las emociones.
Puede que la tristeza te rodee, se cuele en tu mente y suspirar sea la manera de hacerte consciente; quizá estés ansioso por algo y el suspiro trate de aliviar la ansiedad, aliviar la impaciencia; cuando nos sentimos deseosos, sin duda alguna, son los suspiros unos buenos compañeros de nuestra lucha hasta lograr aquello anhelado; acompañan a la nostalgia allá donde ella va; estás agobiado y durante un suspiro, el agobio se atenúa y con él te llegan fuerzas para continuar; te encuentras feliz, disfrutando plenamente de uno de esos muchos momentos de felicidad que la vida nos presenta, y al suspirar, capturas en tu mente y en tu corazón un recuerdo que ya formará parte de ti para siempre; estás reflexionando o dubitativo por cualquier asunto y será un dulce suspiro el que te ayude a afrontar las más o menos numerosas posibilidades que se te plantean; cuando algún ser querido se va, el suspirar te hace compañía en el dolor; cuando un bebé nace, un gran suspiro forma parte de su bienvenida, y entre nacimientos y muertes, vivimos suspirando, sentimos suspirando.
Es el suspiro un elemento importante en nuestro día a día que, sin ser apenas conscientes de ello, forma parte de nosotros y puede convertirse en un punto importante de desahogo, que nos dé fuerza, nos prepare, nos libere, nos despeje y a la vez comunique parte de la emoción que vives a aquel que, mientras suspiras mire a tus ojos.
Suspiremos pues, y puestos a pedir que esos suspiros precedan a instantes eternos de felicidad; recuerdos infinitos.
Con un fuerte abrazo y un profundo suspiro,
me despido con cariño,
Ada

2 comentarios:

  1. Hola Ada.. Me reía sola leyendo tu post, porque yo por lo general "hablo" con mis suspiros, al menos eso creo ya que suspiro de diferentes formas, si es por cansancio, por disconformidad con algo, por alegría.. pero cada vez que suspiro alguien me mira atento en casa, a ver de qué se trata.. Sigo por aquí.. Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Hola Meri Ruiz: muchísimas gracias por leerme. Suspiros, esos silenciosos parlanchines...cuánto ayudan en muchas ocasiones!! =) Un abrazo y a seguir suspirando...a ser posible por buenas razones ;)

    ResponderEliminar