lunes, 13 de febrero de 2012

¡Holaaaaaaaa!

Hoy me animo a escribir un poco sobre mi experiencia durante mis prácticas en el colegio de mi pueblo.
Para quien no me conozca demasiado, aclararé que decidí estudiar para ser maestra porque me encanta el mundo de la enseñanza y creo que el trabajar con niños es,al menos para mí, uno de los trabajos más gratificantes que se pueden llevar a cabo.
Ha sido solamente un mes de prácticas, se me ha hecho muy corto pero ha sido para mí muy revelador y me he cargado de energía para seguir adelante y no pensar ni un momento en el esfuerzo que hay que realizar para poder alcanzar la meta final: ser un maestro en activo; desde luego, la perspectiva de futuro que se nos presenta por todos los medios posibles es totalmente desesperanzadora: el paro en aumento y con tendencia a seguir tal y como va, cambio de temarios de oposiciones al cuerpo docente, los políticos jugando con la educación como si ésta fuese un mero juguete al que pueden manosear y destrozar (aún conscientes de su importancia, no dudan en utilizarla a su antojo con fines políticos que sólo a ellos benefician), las oposiciones cada vez más complicadas por el notable descenso de plazas convocadas...en fin, que hoy en día para ser maestro o tienes vocación o tienes vocación.
Durante este mes he conocido a 23 niños maravillosos a los que he podido dar clase, a los que he visto aprender, trabajar, sonreír, llorar, jugar,en definitiva...crecer (¡en tan solo un mes!); he comprendido que, tal y como un compañero maestro del cole me dijo: el reto de ser un buen maestro no es solamente que los niños desarrollen adecuadamente el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que los niños que tienen dificultades desarrollen capacidades para poder superarlas o, al menos progresen.
Además, he comprobado que ser maestro no consiste en ir a clase y explicar el tema solamente, necesita toda una preparación del tema y de las actividades a realizar, cursos de formación permanente, numerosas reuniones...en definitiva, requiere de la total implicación y motivación del docente; eso sí, se conoce a maestros y maestras en los que descubrimos grandes personas y amigos, punto a favor.
Por último expresar mi enorme deseo de que lleguen las prácticas del próximo año, he disfrutado tanto que no se me ha hecho duro el trabajo que hemos tenido que realizar sobre las prácticas, sin duda trabajar con los peques compensa.
Se despide con cariño y algo de anhelo, una futura maestra,
Ada.

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